Noticias y opiniones. Informaciones de hechos y datos y la expresión de pensamientos, ideas, creencias y juicios de valor forman parte del contenido dentro de un nuevo soporte. Pluralismo informativo, fútbol, literatura, televisión, filosofía o algo de historia del periodismo. Son los temas que dan forma a los blog de jóvenes periodistas y en los que prima esa expresión de opiniones que versan sobre reflexiones en relación con ideas generales o se refieren a comentarios sobre noticias relacionadas con acontecimientos concretos. Así, un blog (periodístico o no) se convierte en la voz de individuos que se valen de un canal alejado de un auténtico planteamiento empresarial. Las decisiones de la organización, la misión y la elaboración del producto se reducen al trabajo de una sola persona.
Una elaboración que exige un estudio previo desde el mismo momento en el que se da el primer ‘click’. Un nombre para designar el blog y la creación de un acceso a la base del programa son las tareas de puesta en marcha del producto. Después, la localización, criba, organización y jerarquización informativa son labores que identifican el resto del trabajo que desempeña el profesional del medio. Si bien, el trabajo periodístico se hace atractivo y aún más propio a través de herramientas como el blog. La sobriedad de ‘Enkrateia’, los colores sevillistas de ‘Orgullo de Nervión’ o la sencillez y cotidianidad de ‘En babuchas’ son algunos ejemplos que hurgan en otra de las claves del periodismo: la fidelización del público. Aunque todavía es pronto y cada blog está en su respectiva ‘etapa de crecimiento’, cada uno presenta unos rasgos distintivos (entre los que destaca el empleo de técnicas audiovisuales por eso que constató Maquiavelo en El Príncipe: “…Y los hombres, en general, juzgan más por los ojos que por las manos; que a todos es dado ver pero tocar a pocos”).
Una elaboración que exige un estudio previo desde el mismo momento en el que se da el primer ‘click’. Un nombre para designar el blog y la creación de un acceso a la base del programa son las tareas de puesta en marcha del producto. Después, la localización, criba, organización y jerarquización informativa son labores que identifican el resto del trabajo que desempeña el profesional del medio. Si bien, el trabajo periodístico se hace atractivo y aún más propio a través de herramientas como el blog. La sobriedad de ‘Enkrateia’, los colores sevillistas de ‘Orgullo de Nervión’ o la sencillez y cotidianidad de ‘En babuchas’ son algunos ejemplos que hurgan en otra de las claves del periodismo: la fidelización del público. Aunque todavía es pronto y cada blog está en su respectiva ‘etapa de crecimiento’, cada uno presenta unos rasgos distintivos (entre los que destaca el empleo de técnicas audiovisuales por eso que constató Maquiavelo en El Príncipe: “…Y los hombres, en general, juzgan más por los ojos que por las manos; que a todos es dado ver pero tocar a pocos”).
Sin embargo, delimitar el terreno de un producto de tales características es un proceso arduo y complejo que conlleva una serie de decisiones enfocadas a la consecución de una misión: la elaboración de un producto destinado a satisfacer una demanda. Pero, ¿cuál es esa demanda? Cada blog parece responder a las necesidades de cada individuo-autor, ya que no se ha hecho ningún estudio anterior para concretar a qué segmento de mercado iba destinado el producto. Cada blog es fiel reflejo de las inquietudes que puede tener un joven de 22 años y estudiante de periodismo que selecciona su información de acuerdo a sus propios intereses y a lo que quiere escribir. Por ello, la cuestión de la credibilidad es fundamental en este tipo de ejercicios de reflexión. Se dice que se falta a la verdad cuando no se sabe de lo que se habla y las opciones que quedan son la de la invención literaria, donde el afán de la pluma puede al de la vocación de conocer la realidad; o la de ser un simple vocero de quien utiliza los medios para proclamar a la opinión pública sus intereses. En este caso, la veracidad se aproxima a los copiados de la infancia, en el sentido de que ni siquiera sería atribuible responsabilidad al sujeto por lo que escribe. Por otro lado, la independencia es la condición fáctica de la libertad. Por ello, el blog como producto periodístico puede ser un mecanismo adecuado para poner en valor ambos criterios. Se trata de jugar a ser veraces y libres siendo conscientes de que se podría hacer otro tipo de periodismo frente a las presiones internas. Hoy, hablar de información es hablar de un tipo de mercado: el de la información. Y a pesar de la dificultad real para ser actualmente independiente en los medios, existen continentes y contenidos a los que todos tienen acceso.
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