El auge de las puntocom queda ya tan lejos que esa palabra prácticamente se ha esfumado de la jerga bursátil. Y ahora desaparece de la misma Bolsa. El grupo Bolsas y Mercados Españoles (BME) anunció ayer que ha decidido suprimir el Nuevo Mercado, creado en abril de 2000 -en plena burbuja- para dar cabida a las empresas tecnológicas con alto potencial de crecimiento. "La realidad económica a la que respondía ha evolucionado", informó el grupo que gestiona los parqués españoles a modo de explicación.
La realidad económica a la que alude BME esconde una evolución francamente negativa. El Nuevo Mercado inició su andadura con 10.000 puntos y en sus dos primeros meses perdió un 30% de su valor. El índice cerró ayer, siete años y medio después, en 3.385 enteros, lo que supone una caída del 66% desde su creación. Nunca se recuperó del estallido de la burbuja puntocom -y, particularmente, de la debacle de Terra-, aunque dibujaba una curva ligeramente alcista desde 2002.
Ante esa situación, BME ha decidido reorganizar los segmentos de contratación del mercado bursátil y solicitar a las compañías que actualmente integran el Nuevo Mercado -Indra, Abengoa, Zeltia, Jazztel, Avanzit, Amper, Tecnocom, Natraceutical, Puleva Biotech y Befesa Medio Ambiente, prácticamente las mismas que en 2000- su paso al segmento de contratación general. El director de Desarrollo Corporativo de Tecnocom, Álvaro Paradinas, se manifestó ayer "absolutamente en contra" de la medida, informa Efe.
Otros cierres
BME -que ayer se dejó el 1,9% en Bolsa, una de las mayores caídas del Ibex- aduce que la mayor parte de las iniciativas similares en las Bolsas europeas han echado ya el cierre. "París, Milán y Francfort han hecho lo mismo. Y la mayoría de las empresas del Nuevo Mercado están de acuerdo con la decisión", aseguró un portavoz de BME. "El nuevo entorno de clasificación de las compañías en el mercado bursátil español ya permite diferenciarlas en función de la capitalización, de su sector económico, de su comportamiento estadístico en el mercado o de otros criterios basados en el análisis fundamental", según el comunicado de BME a la CNMV.
La peripecia del Nuevo Mercado ha estado muy marcada por la evolución de un solo valor: Terra. La filial de Telefónica frustró en gran parte la carrera del índice. Salió a Bolsa en noviembre de 1999 a 11,81 euros por título. Llegó a alcanzar los 157 euros por acción y se incorporó al Nuevo Mercado desde su fundación. En mayo de 2003, Telefónica decidió fusionarla con la empresa matriz y ofreció 5,25 euros por título, muy por debajo del precio de la oferta pública de venta (OPV). El Nuevo Mercado, pese a tener sus miras puestas en el Nasdaq de Nueva York, nunca se recuperó del fiasco de su valor estrella.
Esta noticia pertenece al diario EL PAÍS del viernes 16 de noviembre de 2007, en su sección de Economía. Sin tapujos digo que cada vez que leo alguna información relacionada o perteneciente a esta sección el sentimiento de ignorancia sobre lo que me hablan es absoluto. Para mí leer esta noticia y no haberla leído es lo mismo, porque no me he enterado de nada sustancial.
Si nos fijamos en la relación que mantienen el titular, el subtítulo (“El índice acumula una caída del 66% desde su creación”) y el texto observaremos que es una información dirigida a un público más reducido que las del resto del diario. Tan sólo leyendo el título y el subtítulo podemos desviar la atención de todos aquellos lectores que no nos interesan. El problema de esta sección es, posiblemente, que los periodistas de las páginas de economía tienen demasiado asumido que sus lectores son los especialistas en la materia, por lo que tampoco se complican intentando hacer comprender su mensaje.
Se sabe que los titulares se deben redactar de forma directa y concisa, de tal manera que remarque el tema principal de la noticia y, a la vez, llame la atención, pero en este caso, si no eres especialista en el tema, al leer el titular “El Nuevo Mercado cierra por el fracaso de las “puntocom””, lo más probable es que no te enteres de nada porque ¿qué es Nuevo Mercado? y ¿qué son las puntocom? A lo largo del cuerpo de texto puedes más o menos descifrar en qué consisten estos términos, pero poco pie da a la lectura si el titular ya excluye a un grupo de lectores. Algo similar ocurre con el subtítulo, ya que si conoces el tema, cumple su función, es decir, refuerza el título y ayuda a la mejor comprensión, pero si no eres de los privilegiados, el subtítulo te deja tan perdido como el título.
Por esto, se puede decir que el titular en relación con el texto es apropiado, señala el tema principal, pero el periodista, C. Pérez, y el resto que trabajan en las secciones de economía, deberían tener en cuenta que escriben en un diario no especializado, un diario con miras a un público abierto, a unas ventas cuanto más masivas mejor, por lo que deberían simplificar al máximo el lenguaje que utilizan y sus tecnicismos.
Con respecto al texto en sí, las ideas están bien estructuradas. Se hace una introducción de la noticia y se explica a lo largo del tema, el periodista ha hecho un seguimiento de Nuevo Mercado, desde su nacimiento, hasta la noticia real que ha sido el cierre en bolsa por el fracaso. Lo que no me cuadra mucho es el destacado que hacen de “Otros cierres”, ya que no habla de ningún otro cierre, sino que dice que, textualmente, “la mayor parte de las iniciativas similares en las Bolsas europeas han echado ya el cierre”. No pienso que esta frase sea tan significativa como para marcar una diferenciación en el texto. El texto finaliza como si lo que se estuviera contando fuera más una historia que una noticia de economía, algo que se contradice no sólo con el título, sino con la manera en la que se redactan este tipo de informaciones.
La comprensibilidad de este texto es uno de los puntos en los que nos tenemos que fijar y es que en este caso, como ya he señalado, el texto no es precisamente asequible para el público en general. Por la sección a la que pertenece, el uso de tecnicismos o “jerga bursátil”, como el propio periodista denomina en la noticia, es abundante, lo que dificulta, además de la lectura, la comprensión del texto. Palabras como “debacle”, “curva ligeramente alcista” o “segmentos de contratación del mercado bursátil” hacen que el lector se pierda al intentar comprender el significado general de la noticia. Por esto mismo, se puede decir que a la noticia no le falta en sí ninguna información, sino más bien explicaciones de lo que se ha informado, esta misma noticia, redactada de igual manera pero señalando más explicaciones, sería más accesible para cualquier lector.
Con respecto a lo que no necesitaría esta noticia yo diría que, bajo la perspectiva de una lectora no especializada en los temas de economía, por ejemplo, lo que se dice de Terra, a partir del último párrafo, porque es un ejemplo demasiado largo que aporta poco a la comprensión para los que no entienden, y es muy extenso y vacío para los que conocen el tema. Para explicar que necesitaría esta noticia para mejorar, he de señalar que me niego a hacerlo como periodista, no porque aún no esté licenciada como tal, sino porque mi desconocimiento sobre el tema me haría escribir cosas que probablemente ni yo misma me creería. Así que hablaré como algo que todos somos, receptores, lectores, de tanto ésta como de cualquier otra publicación. Para mejorar, la noticia necesita ser más accesible a la gente, no buscar una especialización, porque probablemente el profesional que necesite este tipo de noticias para su vida cotidiana o su labor profesional, no leerá El País, sino que comprará cualquier otro diario destinado en exclusividad a temas económicos o bursátiles. Sería un gran acierto intentar acercar a todos los lectores temas más desligados de lo que consideramos importantes. Con esto no digo que la sección de Economía no sea importante dentro de un diario, sino que frente al público, tiene una batalla perdida, debido al desconocimiento general que existe en la población. Si nos fijamos no sólo en la noticia central de esta hoja de periódico, sino en las dos que la flanquean, podremos observar como con sólo el comienzo de la lectura ya nos crean un cierto sentimiento contrario a la continuación de la lectura. Desde mi sano juicio, en ésta y todas las noticias de economía, como su sección, debería existir la preocupación por llegar hasta un público más numeroso, cultivar a más lectores en este tema acercándoselo con un lenguaje más sencillo y explicativo.
Si nos fijamos en la relación que mantienen el titular, el subtítulo (“El índice acumula una caída del 66% desde su creación”) y el texto observaremos que es una información dirigida a un público más reducido que las del resto del diario. Tan sólo leyendo el título y el subtítulo podemos desviar la atención de todos aquellos lectores que no nos interesan. El problema de esta sección es, posiblemente, que los periodistas de las páginas de economía tienen demasiado asumido que sus lectores son los especialistas en la materia, por lo que tampoco se complican intentando hacer comprender su mensaje.
Se sabe que los titulares se deben redactar de forma directa y concisa, de tal manera que remarque el tema principal de la noticia y, a la vez, llame la atención, pero en este caso, si no eres especialista en el tema, al leer el titular “El Nuevo Mercado cierra por el fracaso de las “puntocom””, lo más probable es que no te enteres de nada porque ¿qué es Nuevo Mercado? y ¿qué son las puntocom? A lo largo del cuerpo de texto puedes más o menos descifrar en qué consisten estos términos, pero poco pie da a la lectura si el titular ya excluye a un grupo de lectores. Algo similar ocurre con el subtítulo, ya que si conoces el tema, cumple su función, es decir, refuerza el título y ayuda a la mejor comprensión, pero si no eres de los privilegiados, el subtítulo te deja tan perdido como el título.
Por esto, se puede decir que el titular en relación con el texto es apropiado, señala el tema principal, pero el periodista, C. Pérez, y el resto que trabajan en las secciones de economía, deberían tener en cuenta que escriben en un diario no especializado, un diario con miras a un público abierto, a unas ventas cuanto más masivas mejor, por lo que deberían simplificar al máximo el lenguaje que utilizan y sus tecnicismos.
Con respecto al texto en sí, las ideas están bien estructuradas. Se hace una introducción de la noticia y se explica a lo largo del tema, el periodista ha hecho un seguimiento de Nuevo Mercado, desde su nacimiento, hasta la noticia real que ha sido el cierre en bolsa por el fracaso. Lo que no me cuadra mucho es el destacado que hacen de “Otros cierres”, ya que no habla de ningún otro cierre, sino que dice que, textualmente, “la mayor parte de las iniciativas similares en las Bolsas europeas han echado ya el cierre”. No pienso que esta frase sea tan significativa como para marcar una diferenciación en el texto. El texto finaliza como si lo que se estuviera contando fuera más una historia que una noticia de economía, algo que se contradice no sólo con el título, sino con la manera en la que se redactan este tipo de informaciones.
La comprensibilidad de este texto es uno de los puntos en los que nos tenemos que fijar y es que en este caso, como ya he señalado, el texto no es precisamente asequible para el público en general. Por la sección a la que pertenece, el uso de tecnicismos o “jerga bursátil”, como el propio periodista denomina en la noticia, es abundante, lo que dificulta, además de la lectura, la comprensión del texto. Palabras como “debacle”, “curva ligeramente alcista” o “segmentos de contratación del mercado bursátil” hacen que el lector se pierda al intentar comprender el significado general de la noticia. Por esto mismo, se puede decir que a la noticia no le falta en sí ninguna información, sino más bien explicaciones de lo que se ha informado, esta misma noticia, redactada de igual manera pero señalando más explicaciones, sería más accesible para cualquier lector.
Con respecto a lo que no necesitaría esta noticia yo diría que, bajo la perspectiva de una lectora no especializada en los temas de economía, por ejemplo, lo que se dice de Terra, a partir del último párrafo, porque es un ejemplo demasiado largo que aporta poco a la comprensión para los que no entienden, y es muy extenso y vacío para los que conocen el tema. Para explicar que necesitaría esta noticia para mejorar, he de señalar que me niego a hacerlo como periodista, no porque aún no esté licenciada como tal, sino porque mi desconocimiento sobre el tema me haría escribir cosas que probablemente ni yo misma me creería. Así que hablaré como algo que todos somos, receptores, lectores, de tanto ésta como de cualquier otra publicación. Para mejorar, la noticia necesita ser más accesible a la gente, no buscar una especialización, porque probablemente el profesional que necesite este tipo de noticias para su vida cotidiana o su labor profesional, no leerá El País, sino que comprará cualquier otro diario destinado en exclusividad a temas económicos o bursátiles. Sería un gran acierto intentar acercar a todos los lectores temas más desligados de lo que consideramos importantes. Con esto no digo que la sección de Economía no sea importante dentro de un diario, sino que frente al público, tiene una batalla perdida, debido al desconocimiento general que existe en la población. Si nos fijamos no sólo en la noticia central de esta hoja de periódico, sino en las dos que la flanquean, podremos observar como con sólo el comienzo de la lectura ya nos crean un cierto sentimiento contrario a la continuación de la lectura. Desde mi sano juicio, en ésta y todas las noticias de economía, como su sección, debería existir la preocupación por llegar hasta un público más numeroso, cultivar a más lectores en este tema acercándoselo con un lenguaje más sencillo y explicativo.
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